Infante
Y el poeta se cansa de mirar al
futuro
Y el contexto te invita a
recordar ese dolor del niño que dejo de ser niño,
Ese niño que no logro ser niño.
Todo huele a culpa y vulnerabilidad,
Sin embargo que cosa más
equivoca,
Que cosa más triste,
Que cosa con mayor hilaridad
Ya es hora de hablar del pasado,
Ya es hora de recordar a ese
infante intranquilo,
Imperecedero,
Más nunca pasivo
Huir del adulto cansado… pesado
¡Alcanzar al adulto osado!
El futuro no importa
La historia se ha acabado
Y ya nada se instala como
impronta sustancial
Ya nada al cantautor le ha
motivado
Simplemente se repiten canciones
Y de ellas se habla de antiguas
revoluciones
Son canticos que recogen antiguas
pasiones
Que se instalan lejos de los
reales corazones
Ven, sígueme y lánzate al vacío en
búsqueda del pasado
Con miras al futuro,
Ya nada se ha dicho
Nada ha sido sancionado
No le creas al rico
No le creas al burgués
No le creas al oportunista
No le creas al endeudado
No le creas al pobre
No le creas al mendigo
No le creas al muerto de hambre
No le creas al poeta
No le creas al ficticio orden
Créele a la historia
A tu historia, hecha memoria
Créele al azar
Créele a la lectura que los clásicos
te entregan
Créele al imperecedero mensaje de los dioses
Cágate en las instituciones,
Cágate en los ismos y en los istmos
Cágate en las iglesias
Pero sobre todo cágate en tu
historia
Olvida lo antes dicho
Toma la palabra y escribe tu
historia
Destrúyela y juega a lo nuevo
cuando ya nada nuevo se pueda alcanzar.
Recuerdo a mi niño y a veces le
extraño.
Me da mucho temor el pensar en
esos días en que no pudo comer, esos días en que sus padres le enseñarían la
valiosa lección de ceder su plato de comida. Esos días en que la necesidad no
era ficción ni símbolo de lejanía…
Me da mucho temor verme de nuevo
olvidado de la historia… de mi historia
Recuerdo los pisos de tierra y me
rio de la verdadera libertad de andar de a pies… a pata pela
Recuerdo el arroz con jurel,
recuerdo odiar los huesos en mi boca
Recuerdo la humillación de ir al
colegio sin los útiles solicitados y recuerdo el rostro amable de mi madre intentándome
hacer entender lo para un niño inentendible. Recuerdo la imposibilidad de
descubrir la injusticia social.
Recuerdo lo juegos en torno a la
olla común en la capilla del población. Recuerdo el esfuerzo por conseguir un
paquete de fideos, de lo contrario ese día no nos podríamos sumar a la olla y
los niños no comerían… Recuerdo haberle dicho a mis padres, después del primer
palto, que tenía hambre y recuerdo haber comido del suyo…
Recuerdo las malas decisiones de
mis padres, recuerdo la falta de cariño explícito y me siento terrible al
recordar que ya había olvidado la forma en que ellos supieron amarme. Recuerdo
a mi madre ir a buscar a mi padre al trabajo, para que éste no cayera en la
actual tentación del trago y disminuyera el dinero destinado a salir del hoyo
en que ya muy hondo estábamos, pero tiendo a olvidar las salidas hacia el
trabajo de mi padre a las cuatro y media de la mañana, y olvido que él siempre
regresaba hasta las diez u once de la noche, recuerdo que le extrañaba y le
admiraba, recuerdo que su vida la entregaría por mi hasta hoy, pero sería
incapaz de decirlo, de sentirlo… el nunca aprendió a disfrutar el placer de
decir te quiero… a él nunca le he dicho te quiero, a él nunca le dijeron sus
padres te quiero… Mi padre siempre ha sido el amigo piedra
Recuerdo tantos poemas,
Pero el niño se cansa de ser niño,
El niño pide a pataletas ser el
adulto que hoy yo no soy,
Recuerdo las inconsistencias en
los discursos de vida de mis padres,
Pero tiendo a recordarlas solo
para aplacar las mías,
Hoy estoy cansado de ser lo que
no quiero ser.
Estoy cansado de querer ser lo
que puedo ser y no me atrevo a ser.
Váyanse todos al carajo y llévenme
en su maletero como el incólume cadáver que ya nada juzgará.
Hay bellos sonidos que esperan
ser oídos… estoy casi listo para huir de aquí… nuevamente
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