lunes, 20 de octubre de 2008

Sobre la compañia y la comprensión...








Y sintió que no era comprendido,
pero en ese instante se dio cuenta que estaba acompañado.
Su pareja, por quién él hubiere dado hasta la última gota de su vida,
no lo entendía,
o por lo menos, no era quién pudiese demostrar que lo entendía.

Se sintió culpable por muchos años,
por mucho tiempo no distinguía si la vida valía mas comprendido o con compañía,
por mucho tiempo no distinguía si la vida valía mas con compañía o siendo comprendido.

Siempre supo que podía dejarlo todo,
que podría dejar a su pareja y que encontraría a esa persona que lo entendiese,
pero no seria acompañado.

La compañía es una cosa difícil de definir,
no basta con amanecer juntos, con vivir juntos, con dormir juntos.
Es una cosa mucho mas profunda...
¿Y es que acaso un sueño se puede imponer?

Creemos que los sueños solo se pueden contar,
y que al ser oídos calarían tan fuerte que jamas se preguntará,
o se pedirá permiso,
para unirse al sueño de otro...
y es que los sueños no tienen dueño.

Lo que él sentía y deseaba compartir ya no le pertenecía.
Pero para luchar debía ser acompañado,
escuche que era tan difícil distinguir entre la mescolanza de amor e incomprensión,
como luchar con los monstruos aterrorizantes de la soledad imposible,
o peor,
¿como luchar contra la compañía que no entendía los ojos de enfrente?
en los cuales no s reflejaba más,
¿como amanecer toda tu vida amando a quién no entiende tus luchas?
pero se entregaría por el amor que siente sin dudar,
¿como?


Estar acompañado es fácil mientras no te comprenda,
y quién te comprenda y enfrente la lucha de amarte no sabe cuanto te ama,
no lo sabes tú.
Y quién te comprenda y se olvide de ti por miedo a las consecuencias,
tan solo a aprendido a medir desde la linea que los separa hacia donde están sus pies.

sábado, 4 de octubre de 2008

Sobre Otro día...





Palabras saladas y otras que evocan NOSTALGIAS empeñadas en deconstruir y diluir.
Quiero hacer cosas extrañas y saludar a ellas que me han tendido la mano, los abrazos y sus sinceridades.
Vuelvo a escuchar esos sonidos que inspiran acongojamiento y acógonamiento en mi corazón. Estoy pendiente, de nuevo pendiente, que ninguna lágrima cruce la polémica frontera que marca el limite entre el interior de mi ojo, y asumir que he sido débil que puedo llorar como otrora fuerte carcasa.
Son notas compuestas con tal brutalidad que se cuelan en mis oídos y me transportan y me descomponen y transforman en alguien que me resulta penoso y amable. Es un sujeto, extraño y sujeto, frió y lejano y sujeto. Triste, pero a la vez orgulloso.
Hay imágenes que se cuelan por las rendijas de cabañas que no he visitado cociente. Hay conciencias que he dejado en cabañas que he visitado con ellas.
Vuelve la música y el tema que no me deja retener las gotas dentro del limite imaginario de mis párpados.
Lo malo de llorar no es llorar. Lo malo pasa por como la humedad que adquieren los cachetes, y siquiera el mismo ojo, te recuerda todas las otras veces en que se ha humedecido. Es como si a cada llanto nuevo le sumaras todos lo ya vividos, todos los llanto ya sufridos y así para delante suma que suma.
Recuerdo caras de amigos, pero son caras muertas, caras que ya no existen y que no se encontraran jamas. Recuerdo sus sonrisas y sus abrazos y como en nuestras mentes siempre estaba la posibilidad de urdir una nueva travesura. Era excitante y a veces emocionante emprender algo que no sabemos en lo que iba a terminar. Esos rostros... esos rostros que acompañan mi pasado solo se suman a esas melodías que despiertan NOSTALGIAS,  esos rostros ya no serán jamas, ya desaparecieron.
Veo a los que fueron mis amigos, los veo por casualidad ya que la vida separo nuestros destinos a su antojo, y no se que cambio en ellos. Me he preguntado por mucho tiempo como cambian las personas, como cambiaron mis amigos. ¿O será que el mundo sigue igual y yo ya soy un ser extraño mas, extraño para ellos y extraño para mi?
Tengo pena, y hoy no es por mi, no es por ellos y no es por ellas, ni por quienes no conozco. Simplemente hoy tengo pena...