jueves, 20 de diciembre de 2012

Sobre una golpiza...

La vida se transforma en un cumulo de experiencias maravillosas. algunas amargas y otras mas bien dulces. Pero, sin lugar a dudas, todas dejan un sabor a ese que se yo, incluso el sinsabor llega a ser degustable.

La vida, la misma que poetas han alabado y han castigado, nos trae a colación el cuestionamiento critico. nos enfrenta a maniobras cuestionables que "la moral" nos sustrae a observar desde la periferia, desde lugares otrora alejados.

La misma vida nos enfrenta a labores antes inimaginables. Seguro estoy de poder escuchar a todos y cada uno de los pobladores de esta nación llamada tierra, y seguro estoy que las sorpresas no serán menores... en cada una de esas historias. Somos maravilla, maravilla somos.

En el trabajo con jóvenes infractores de ley los sinsabores se hacen recurrentes. La facilista, y amplia de interpretación, frase de postulación a cargo -tolerancia a la frustración- se hace cada vez más vivida, se pone cada vez más en tensión, hasta casi, casi, casi, casi romper... Pero estos sinsabores suelen venir desde ellos y ellas. Normalmente son los protagonistas de su historia...

Hace unas semanas la vida me enfrenta al encuentro con un joven abusado. Un adolescente que ha sido aprehendido, luego de la compra de un celular de segunda mano (evidentemente robado -por otro, diferente a él-). 
El abuso ha sido físico y moral, el abuso ha sido protagonizado por las fuerzas del orden, por policía de investigaciones, claro está específicamente por algunos de los presentes en sus filas. Me inclino a pensar que no es una práctica reiterada dentro de la institución (...aunque cada día lo dudo más...).
La historia versa que luego de comprar el celular es interceptado por la PDI, quienes le toman detenido por receptación. Luego es llevado a cuartel y golpeado a destajo... para finalmente ser llevado a constatar lesiones en hospital de la ciudad, no sin antes generar una conversación privada con la doctora... Luego este joven será llevado a calabozo de tribunales y formalizado de una investigación en su contra. Para ser puesto en libertad.

Ahora bien... el joven en cuestión no es un pan de Dios, no es un sujeto que, en base a sus hechos, merezca la lastima de sus compatriotas. Muy por el contrario es un joven que en su corta trayectoria de vida ha pasado casi cuatro años recluido. Luego de pasar muchos años subsistiendo del delito profesionalizado, especializado en el asalto a casas, con el acabóse de, en conjunto a su banda, dañar con arma blanca a un inquilino...

Luego de nuevo... ahora bien este chico dicése rehabilitado, declara no querer participar de más actos criminales, pues a aprehendido la lección. Sin embargo, debo decirlo con sus palabras, él es una persona flaite, alguien que utiliza ropajes bien producidos, con alta valoración de una imagen impecable, zapatillas limpias, poleron ajustado, camisa al pantalón, etc... etc... Es la imagen con la que carga, a lo que se suma un vocabulario que intenta alejarse cada día más del COA., pero que lo intenta infructuosamente. Él es portador del caminar, del hablar y del vestir que despertaría las sospechas de un policía que intenta resolver crímenes desde el instinto cada día más bullido...

Entonces este sujeto policía mira a su presa y le detiene. En búsqueda de la satisfacción de sus hipótesis genera la presión física en la obtención del predispuesto confesionario. En la búsqueda que el joven se haga cargo del robo del celular. Surge la necesaria pregunta ¿Pero porque confiar en la palabra de un joven que ha cometido actos violentos, que ha estado detenido años en prisión? Sabemos que es de mala educación responder con preguntas, pero ¿Acaso no es el papel, al estar al filo de la inclusión, promover el acercamiento de los jóvenes en estado de exclusión social (de estigmatización)?¿Acaso es ello posible, o por lo menos sincero, sin confiar? ¿Es el trabajo un ejercicio de vida o una labor espuria a realizar en la jornada a cancelar?


Creo que el poder escuchar al joven y dar veracidad a lo que plantea, solo por el hecho de plantearlo pudiese generar la peligrosa señal de mostrar que es posible creer en él. Que pese a todo lo pasado aun creemos en los sueños, aun puede seguir abusando si lo desea, aun es posible ser victimario, si lo desea. Pero aun es posible un cambio real, aun es posible mirar atrás, hacerse cargo de lo protagonizado, y solo luego mirar adelante y avanzar.

Los tiempos de héroes murieron con las grandes producciones de holliwood, ahora solo hay tiempo para acciones realmente humanas...

viernes, 23 de noviembre de 2012

Sobre Excision...


Porqué seguiremos siendo de lo humano parte esencial. Porqué lo humano cada día pareciese pudrirse más de la cuenta. Porqué parecemos un producto en descuento que ya nadie desea consumir, un día hemos sido la novedad, pero resoluciones sanitarias han dado cuenta de lo nocivo de nuestros materiales esenciales, han dado cuenta de lo contaminador de nuestra construcción y han dado cuentas de lo bio-acumulable de nuestra compañía…

De vez en cuando hace bien putear al resto.
Hay veces en que sacar la rabia no es agresión, sino que es el trato justo que otrora humanos han merecido. Hay momentos en que la defensa es la salida, y solo hay defensa posible en encarar a quién te agrede…

Hay películas que jamás deberían ser vistas. Pareciera que ciertas mentes desbocadas buscan trascender mediante la construcción de fenómenos visuales que no se circunscriben a un espacio tiempo determinado. Construcciones que se instalan es espacios virtuales, es fantasías religiosas de infiernos, Valhala y otras tantas. Quiero pensar que estos seres no logran dimensionar el impacto de sus actos, no logran dar de cuentas que los efectos de su producción audiovisual se instalaran en contra del espacio tiempo. En un rinconcito entre la vulgaridad, el desprecio, la ausencia y la moralidad…
Básica y complejamente lo que me ha pasado al ver Excesion en una especie de trauma. Una remoción de ciertas certezas en torno a la forma de contar una historia. De que existe una trama lineal, existe. Pero la lectura que pude darle estuvo constantemente difuminada por elementos distractores que solo evocaban oscuridad.
Una historia que sorprende por la crudeza de ser posible. Por el conocer que la familia si puede ejercer ausencia en torno a la presencia. Por la valorización inmunda a lo complejo de la formación del ser, por querer reír agresivamente de los valores instalados de manera antonomástica…

Nuestra protagonista no solo se daña, daña y nos daña.

Estuve buscando algo para olvidar, una historia de terror para digerir el miedo, pero en su lugar encuentro Excision… algo así como una historia jamás contada, un cuento surgido desde lo profundo del bosque, el cual está prohibido transmitir a las futuras generaciones, pero que la prohibición hace tentación.

lunes, 12 de noviembre de 2012

Sobre la auto modernidad...


Existe una intrigante relación entre tragedia y arte.
Es cual si la tragedia inspirase un arte un tanto descriptiva. Morbosa y descriptiva.
Es como si la verdad fuese que existen las muzas malévolas, solo intencionadas en mirar el dolor de los otros, y así la tragedia les satisface cierta emoción que no pueden alcanzar en sus especies de paraísos sobre-terrenales.
Existe una intrigante relación entre tragedia y arte. Y la vida moderna es la mayor y la peor de las tragedias.

El morbo colectivo se deja caer…
Ya lo dijeron de manera muy acertada, y rítmica, los Chancho en Piedra. Ya se instalo esa crítica a la necesidad de mirar la tragedia a los ojos, y en algún tipo de recordatorio seudo masoquista saber que el otro está sufriendo más que uno. Es como si esa des-humanidad nos devolviese la humanidad.
Hoy se ha lanzado el comienzo de las campañas presidenciales de la alianza por el cambio, coalición de turno en la hegemonía política. Uno de los dos contendientes es de apellido Golbourne. Justamente uno de esos apellidos que no han llegado a las poblaciones, apellidos que no bañan al indio huacho o al mestizo errado de la historia nacional. Pero en fin, no es sorpresivo que este personaje trascienda desde la gerencia privada a la escena pública, con cierto grado de éxito. Logrando instalarse como referente social a partir de la tragedia minera del 2011…

Los 33…
La historia reciente de tragedias nacionales ha estado marcada por múltiples eventos. Ya no es novedad el como la tragedia aumenta la estupidez nacional, y abre los corazones solidarios por esencia de la chilenidad de base… 33 minero atrapados 700 metros bajo tierra por algo más de dos meses. Luego en un hecho improbable una capsula logra dar con el refugio exacto. Y así lo que se escribía en anaqueles de tragedias ocultas y desamparadas, mediante ingeniería geográfica, pasa a titular mundial. Y no exagero al recalcar lo de titular mundial, cual santo quisiera adjudicarse dicho milagro. Pero el santo que primero levanta la voz es la ciencia, y es la ciencia la que se ensalza dicho logro, y es Chile… nuestro Chile lindo es que toma protagonismo mundial. Esta vez no es con dictadores, no es con crímenes de lesa humanidad, no es con tenistas amurrados, no es con futbolistas capaces, no es con un presidente que equívoca de manera bufonesca (Sebi… tu de nuevo… me haces tanto reír pequeño millonario querubín…).
Pero la historia no acaba ahí. Desde ese día el Ministro de Minería, en una acción sin precedentes se transforma en el rostro del éxito. Es el reflejo de la chilenidad exitosa, la desde ese día llamada chilean way. Porque en un contexto de vaivenes económicos, que se avecinaría, este chile puede salir airoso, por que los millones de dólares movilizados para rescatar a 33 mineros atrapados por la negligencia de una empresa privada pueden ser olvidados. El costo de su tragedia es recordarnos que nosotros los chilenos podemos reunirnos en un abrazo sincero frente a la televisión, nos podemos emocionar por el milagro del santo de moda. Podemos compartir el acierto de ese ministro carismático. Chile puede, Chile se la puede. Chile no es wueon.
Ese ministro iniciaría su campaña ese día, para luego pasar al pomposo ministerio de obras publicas. Su cercanía con la gente se acrecentaría. No es de extrañar que dicha formula ya haya rendido éxito con Lagos en el gobierno de Frei. No es de extraño parecer que la forma diferente de hacer las cosas sea la misma que ocupo con tanto acierto la concertación en sus años mozos. En esos años que consolidaban la tarea de ese general, dictador y asesino sin escrúpulos. No es de extrañar que el NO, con el paso de los años, tenga aun mas tintes de SI.
Así el otrora ministro, hoy, en transmisión nacional, dios mediante cobertura periodística amarillista y polarizada, hoy es recordado como el salvador de los 33, como el pilar fundamental en el milagro de la ciencia. Es transformado en el recordatoria que aún podemos hacer patria 700 metros bajo tierra. No todos los territorios están gobernados, y la vanguardia es y debe ser chilensis…
Los derechos de los trabajadores, los deberes de la empresa, la deuda del Estado son para debates políticos. No nos pongamos fomes… estamos iniciando una campaña dirían.

La modernidad es la peor de las tragedias…
Pertenezco a la clase trabajadora. A esa clase baja que le vendieron la pescada del ascenso social vía carrera universitaria. Esa clase de sujetos que intentaron adormecer 12 años con una educación de cloacas, hija de una dictadura asesina. Y luego intentaron entrar en un coma inducido por otros cinco años de universidad. Pero algo adentro es superior. El descontento de siglos de abusos ha sido mayor, la desconcertación de la especie permite a un mínimo de miembros del grupo no conformarse con el entorno. Antes cazadores y colonizadores, hoy resistencia y descontento popular. La coca cola ya no nos gusta. La modernidad es un triste popurrí de fracasos de control.


Camino de casa al trabajo, mediante una hora de recorrido entre ciudades, se suscita un accidente en la carretera rural. Dos muertos es el resultado, la tragedia enluta a una familia reconocida del sector local. Las radios y los medios de comunicación locales se agolpan por el protagonismo de la información. Un ambiente de pesar se apodera del lugar. El colectivero sufre, la contadora sufre, las personas sufren.

Dada mi profesión mi jornada no responde, necesariamente, a las siete horas y media. Mi jornada hoy es de cerca de tres horas, y ya finalizando debo volver por esa misma ruta que hoy llevo a dos. Claro que sé que es su momento, y si debe ser mi momento es un agrado poder estar trabajando, entregando todo lo que uno tiene en y a los otros. Básicamente moriría feliz.
El bus desciende su velocidad, hasta quedarse inmóvil. Evidentemente delante de nosotros la ruta se ha limitado a paso en una vía. Turnando la fuerza pública el control del orden. Así solo debemos esperar. Este análisis de ciclos de paso parece ser entendido por todos los presentes en el bus, nadie opone resistencia. Un sentimiento característico empieza a ebullir. Las personas sin control comienzan a agolparse en las ventanas que parecieran aventurar esa postal de tragedia, todos quieren tener un recuerdo gráfico de la muerte del otro. Como si esa muerte fuese la aniquilación de la muerte, la eliminación de lo mal ocurrido, la expiación de mis pecados. El ventanal suda, los pies ya están picando y las personas impacientando.
Finalmente pasamos a un lado de la tragedia. Finalmente el bus, de manera lenta, pasa por el costado donde dos hoy han muerto. El silencio culpable ocupa unas milésimas de segundo, mientras los demás minutos son ocupados por la excitación. Orgasmos de culpa, dolor y fascinación son eyaculados por los ojos testigos de los chilenos y chilenas transeúntes de la carretera facinerosa y mortífera.
La modernidad es una tragedia. Los dos muertos viajaban en un Chevrolet spark. City car de alta autonomía y bajísima protección. La modernidad dispara palabras en spanglish, que serán entendidas con versatilidad. Los muertos ya no hablan ni ingles, ni español. Los muertos ahora fueron callados por un auto asequible a su clase económica, y su clase económica no puede pagar medidas de seguridad mínimas…

El viaje continua y ahora las persona duermen o juegan en sus celulares.

domingo, 4 de noviembre de 2012

La libertad y la justicia


La libertad y la justicia

La libertad y la justicia decidieron ir a carretear.
Decidieron, en un acto de reivindicación social, visitar los locales de la periferia urbana,
Esos en que el populacho ve transitar sus horas de descanso entre jornada y jornada,
Esos en los que los supuestos son la precaución y el autocuidado,
La premura y el celo,
La duda y el abrazo fraterno…

La libertad y la justicia comienzan a beber,
Es un día especial por lo cual el trago debe ser especial,
El consumo es excesivo,
Las horas pasan, las horas se suman y la razón se pierde cada vez más…

En un acto de justicia social (prima inquieta y subversiva de nuestra protagonista) el dependiente, en vista que la justicia y la libertad tienen su hogar en esas poblaciones más acomodadas, decide inflar “levemente” los costos del consumo…
La justicia y la libertad están ebrias. La justicia ya no sabe de costos y mucho menos del debido proceso. La libertad ahora cree ser omnipresente…
La noche transcurre. La luna ya ha llegado a su cenit. La luna ya ha dejado su cenit. La luna ha dado paso al canto de gallos cobardes. De gallos que deben salir a trabajar, de lo contrario el patrón se resentirá y los plasmas no volverán a alumbrar… se acumularían así las preguntas sin respuestas sobre los realities, sobre matinales y sobre la novela de moda… no conocerían los índices de criminalidad, ni de pobreza, ni todos esos datos que no darán de comer, pero que harán pensar más cerca la brecha entre patrón y peón.

El dependiente se acerca a cobrar la deuda pactada y nuestras dos protagonistas quedan pasmadas.
¿Qué es está ofensa que me entregas sin caricias? – Pregunta la justicia-
¡Ha sido una noche fenomenal, pero termina con tanta crueldad! –Exclama la libertad-
Estos son los valores exigidos… ustedes deben de estarlo consciente… -aclara el dependiente-

En un gran lío han quedado nuestras protagonistas, y esta vez nada han tenido que ver los huelguistas… ni los mapuches, ni los desplazados, ni los encapuchados, ni los estudiantes, ni los sin casa, ni los pobres, ni tantos otros chivos de expiar que nombrarlos solo me haría cansar.
¿Qué podremos hacer? –Se preguntaban sin hallar respuesta-
Nuestro dinero no alcanza para nada, y nuestras tarjetas acá son letra muerta, debemos huir o disponernos a su parecer… -concluyo la justicia-
A no, la libertad jamás se ha escondido para nadie, ese nunca será mi camino. Yo, si es necesario, podré enfrentar el peor de los destinos… -concluyó la libertad-

Así que tenemos dos bellas muzas que no pueden dar pago a sus compromisos –aseveró el dependiente-
Creo que habrá que buscar una forma de saldar nuestras cuentas de manera interesante, y esto lo aseguro de manera tajante.

Desde ese día la libertad y la justicia duermen en una cama piojenta, sucia y maltraída.

Desde ese día la libertad y la justicia se prostituyen por un par de monedas, buscando pagar una deuda que cada día crece en intereses, que cada día fermenta con el odio de quienes aún las buscamos mirando la decencia de otros días hoy soñados.

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Sobre ciertas elecciones...

Consecuente... compleja palabra que se traduce en un verdadero concepto ideológico. Y es que la utilización de la misma es un contrato verbal respecto de corresponder las palabras con los actos... ser consecuente, o sea SER...

Estamos as portas de campañas políticas, y esta pareciese ser la invitación a emanar todos los males de las convivencias sociales. Poder ebullir un cumulo de emociones que dejan de actuar como interesadas por el otro. Todo se transforma hacia un yoismo absoluto, un sentimiento de omni desamparo, que solo puede ser saneado, enfrentado con el ejercicio de un voto a fin de conseguir el logro esperado. Así el triunfo del getón por el que vote no es solo su triunfo, es el reflejo de mi elección, de mi actitud acertada y ganadora. Yo también seré, en base al logro de mi candidato, un exitoso.

En temuco, como en todo Chile. Las calles comienzan a contaminarse de algunos carteles multicolores. Algunos mas agradables a la vista que otros. Desde hace algunas elecciones se han sumado rostros jóvenes, tal cual si quisieren dar un respiro al ambiente viciado de rostros alicaídos  pothoshopeados a ultranza  pero en el fondo con un hálito a viejo y vieja asqueroso, a dictadura... o a dictablanda. Pero en ningún caso a actor popular... no, a esos se los come el poder, y se diluyen en promesas hegemónicas de quienes se han transformado en pilares de sus respectivos partidos.

Se transforma en un ejercicio interesante el poder mirar esas sonrisas falsas en esencia, en esas palomas falsas por esencia. Plagas de carteles cual hongo tibetanos en fábrica de chancaca. Pero claro las  promesas de sanación solo seguirán siendo promesas. Pues el hongo tibetano solo puede hacer efecto si hay un cambio profundo en la organización de lo cotidiano. Entonces toda potencial recuperación solo se queda en su potencialidad, y la responsabilidad no es del hongo, no es del político, es de quien voto por él... o ella.

Esta semana he ganado entradas al cine. Muy feliz de poder ir a visualizar alguna buena película. Mi esfuerzo para lograr tal efecto a sido mínimo, más solo me he limitado a comentar en el muro de la página de una radio. Mi comentario a sido justamente respecto de la inconsecuencia de los políticos, do todos y cada uno de ellos, de todos esos seres partidistas que solo buscan asegurar el chancho, alcanzar una cuota de la torta distributiva y de paso ejercer el poder que el grueso de los ciudadanos nos esforzamos por delegar a otros que por esencia no nos agradan, pero por necesidad condicionada nos acostumbramos a aceptar.

Mi comentario ha sido del orden

A propósito de la propaganda política ¿Cómo la ciudadanía elige a "sujetos" que no respetan el mínimo de la norma, y serán estos "sujetos" los que trabajen en la defensa de la norma...?

A mi parecer todos estos sujetos son ladrones con terno y elección popular...

Mucha gracia me ha causado que el comentarista de la radio de forma inmediata, visualizando la página de la radio, transmita mi comentario en vivo. De alguna manera avivando el llamado a escandalizarse respecto de la falta de respeto de los políticos locales, al no respetar el mínimo de las fechas en cuestión para propaganda. Cual paradoja estilo star trek, el comentarista da el paso a comerciales y una seguidilla de jingles anuncian las promesas de múltiples personas que ostentan cargos de concejales o alcalde...

Por otro lado en esta semana algunos amigos míos están trabajando afanadamente en la construcción de palomas para un candidato a concejal. esta labor intenta desmancharse de cualquier tinte político, y se justifica en la generación de fondos para un carrete. Ahora bien ¿esa justificación es necesaria? ¿Es posible separar una actividad de esta índole de la labor partidista que promueve dicho candidato a concejal? ¿No está acaso ese dinero y ese carrete manchado con el dolor del grueso de chilenos que se ven postergados en las decisiones que esos concejales priorizan? pues privilegian la devolución de favores y la toma de decisiones que acarrean divisas inmediatas (sean coimas o populismo).

¿No le estaré, como es común, poniéndole mucho color y debería estar clavando esas palomas con mis amigos?

miércoles, 22 de agosto de 2012

Sobre cierta liberación...


A veces las cosas difíciles se vuelven aún más difíciles…
Y a veces las cosas que parecen fáciles son en realidad difíciles…
En cambio otras veces las cosas nos sorprenden con su concreción desinteresada…
En las más de las veces las cosas simplemente pasan y no nos damos cuenta… es la magia del ser, frente al enigma positivista del no ser irrenunciable. Al estilo luhmanniano…

Entonces ¿Por qué son justamente las veces duras las que más recordamos? ¿Son esas veces de las que más nos dificulta desprendernos?
He visto mujeres que pierden hijos… historias realmente tristes en que la pérdida de un hijo propicia la tristeza insuperable, la cual a su vez propicia una cadena de eventos que facilitan la rebeldía del segundo hijo, el cual muere trágicamente. Cual profecía auto realizada que busca imitar la tragedia de la primera pérdida. Y como si ello fuese a la vez poco el tercer hermano decide consciente e irrenunciablemente desaparecer de la historia familiar, de la historia local y de la historia nacional.

He visto rostros de mujeres desesperadas. Y debo admitir que no he tenido respuesta ni solución frente a lo que no son problemas, sino más bien productos de injusticias, efectos de acumulaciones de otros, de otros pocos. He decidido entonces, y dios mediante, mentir e irme al infierno. He decidido escupirle a la verdad y buscar una mentira reveladora, con la secreta esperanza que la revelación sea la verdad, sea finalmente la libertad, el desapego de todo aquello que la atrapa y le impide salvar a su segundo hijo, a su tercer desaparecido, pero por sobre todo a su propio ser.

Dicen que la verdad libera. Pero muchas veces he dicho mentiras.
La verdad es una construcción social, una estructura de acuerdos tendenciosos y pendencieros. La verdad libera en relación a las modas. La mentira atrapa en relación a las modas. Solo pareciera existir un ápice de libertad en el libre albedrio, en el momento anterior al error o al acierto.

La suspicacia nos obliga a elegir.
Las elecciones nos obligan a enfrentar consecuencias. Las consecuencias nos enfrentan con otros que no se interesan en nosotros.

He mentido, he llorado hacia mis interiores. He caminado al abrazo frio mientras mi ser me exigía entonar la corporalidad acogedora. Me he prostituido en el recato, pero sobre todo he cumplido mis ideales y no me he permitido traicionarme.
He besado los pies de Freire y siento asco de sus uñas aun sucias de tanto caminar.

jueves, 2 de agosto de 2012

Sobre Pucón...

Debo admitir que infructuosamente he escuchado, o por lo menos he intentado escuchar, música rabiosa…
Y es que he creído que ese sería el modus operandi inspirador para poder escribir sobre las desigualdades…
Pero inevitablemente he terminado escuchando música melancólica… y es que la maldita melancolía es una especie de catarsis purificadora, un sentimiento que evoca dulzuras en la misma mierda, en lo putrefacto de la modernidad, en la caleta de la desigualdad… allí junto al desagüe ducto de los mehuines de las capitales de nuestro chilito…
Hace algunas semanas me he vuelto a conmover en un territorio prístino de nuestra tierra larga y angosta…
Hace alguna semanas camino a trabajar con esas familias vulnerables de los sectores donde se concentran las riquezas de Chile me he vuelto a conmover con la desigualdad, con la miserable desigualdad, con la suciedad, la inmundicia de los que tienen mucho… de los que tienen demasiado…

Debo de admitir que Pucón en un páramo privilegiado en nuestra arquitectura nacional. Los “colonos”[1] que hace casi dos siglos conquistaron dicho lugar sin duda fueron visionarios, sin duda reconocieron un lugar que solo puede describirse como bello. A punta de rifle y biblia cogieron[2] a los indios cochinos, y de una patada en sus morenas nalgas los desplazaron o transformaron en peones, cuando no los eliminaron. Años más tarde llegaría El General asesinando a “mamitas ricas y apretaitas”, luego la concertación terminando su trabajo, para coronar la escena con una piraña que todo lo degusta, y el show debe continuar… pero ya me voy por las ramas.
En esta tierra se respira un aire mágico… en los faldeos de Villarrica ya se empiezan a dibujar los primeros contrastes de la frontera.

Hoy reivindicaciones territoriales agudizan un conflicto cada día más mediático y menos mapuche. Hoy el lenguaje habla de soberanía, de Estado mapuche. Un Estado desde la novena región, desde el radicalismo guerrero que muchos historiadores se esfuerzan en dar por finalizado, pero que los hechos, los medios y los miedos nos obligan a reconocer que los 300 años de la guerra de la Araucanía aun no finalizan. Al parecer los mapuche no perdieron (como eufemísticamente se nos enseñó entre silabarios y rezos).
Esta frontera se traspasa al ver a sus gendarmes, viejas señoras vendiendo cochayuyo, pescado ahumado, changles, quesos y otros. Ventas sobre sus carretillas cada día más oxidadas. Mathei, Mañalich y otros se escandalizarían (retóricamente) frente a estas postales. O más bien abrazarían a esta señora con asco y fugacidad…
Esta frontera mágica nos conduce a otras tierras. Como si fuera un camino amarillo (no amarillista) que nace en Freire y termina en esas casas inasequibles, en las que se escriben cada día mayores mitos sobre peones mutilados e imperios inimaginables[3].
Existe un territorio que es único, en él con mayor frecuencia se dibujan rostros claros, pelos rubios y un promedio de altura superior al metro setenta y cinco. Con tiendas que rebozan de estilo único y uniformado, rescatando maderas nobles en arquitecturas características. Mucho me llama la atención ver el frontis de  Falabella sin la odiosa cara de un Sergio o una Diana… es, digamos, hasta agradable.
En este territorio, que de alguna manera evoca belleza, se aprecian hermosos chales, casas que cualquier poblador de campamento soñaría, pero que ni en sus mejores sueños alcanzaría.
La imagen en su fondo instala majestuosas montañas, las cuales son un desafío a la humanidad pues si decides acercarte hay un lago, que parece inmenso, el cual impedirá tu empresa, pero todo ello es magia e invitación. Bajas un poco la mirada y veras edificios sobrepoblados, cada cual mejor que el anterior, cada cual más bello del que acabas de ver. Los gastos, evidentemente, no son tema. Si hasta los letreros que te indican las calles parecen ornamentación de casa piedra. Y caminando en esas calles se te ofrece un bagaje de sensaciones que, nuevamente, te desafían a disfrutar. Sin lugar a dudas un paraíso hecho materia.


Uno de los mejores títulos, de los más poéticos en el nuevo cine (claro, a mi parecer) es Punch-Drunk Love. Y es que en Pucón, sin lugar a dudas, es fácil sentirse embriagado de amor. Al transitar en esa carretera desde Villarrica, las casas se van emperifollando hasta transformarse en esa quinceañera gringa que lleva su vestido azul carmesí perfecto, y solo yo (Dios mediante, crédito a 60 años mediante) puedo entregarle esa flor que hará juego y la transformará en la reina de la noche. Le permitirá ser la estrella indiscutible… nos permitirá alcanzar el sueño americano.

Al parecer toda embriagues me lleva al éxtasis y luego me enfrenta con un estado depresivo…
Toda esta belleza es otorgada al que pueda pagarla, todo para los menos.
Luego he de recordar que no ando en un viaje de placer. Mi sueldo no me permitirá degustar tantos sabores exóticos como si fuesen míos. Estoy allí por trabajo, pero más aún… intentando cambiar el mundo.
Todo lo que allí se ofrece no está al alcance de los residentes. Toda esa fantasía solo es eso, fantasía. Y como tal el que conozca el secreto deberá trabajar para su consolidación, o deberá ser desterrado pues conoce el secreto de la estabilidad…
Hay jóvenes que sufren segregación. Pajaritos que transitan de árbol en árbol y no pueden comprender que hay ciertos frutos que no son míos, no me pertenecen y no debo cogerlos.[4] Son estos sujetos los olvidados. Marx los llamaría lumpen, Freire favorecería su liberación. Sujetos segregados a ser usuarios de la política pública. Política que debe invisibilizarlos, que debe priorizar los índices de éxito y maquillar los bajos alcances de las tareas propuestas. La discriminación ya no es tema, es pan de cada día.





[1] Entiéndase más bien soldados de una guerra que nunca fue, de una batalla de antemano perdida por los oriundos.
[2] En toda su amplia connotación
[3] Historias que van desde lugares a los cuales solo se puede llegar en helicóptero, capillas de oro puro o jardines de millones de dólares, entre otras.
[4] Metáfora intencionalmente reduccionista… ya lo sé.

martes, 31 de julio de 2012

lunes, 30 de julio de 2012

Sobre la culpa... (otra vez...)




¿Y cómo he de transportarme?
¿Y cómo hemos de transportarnos?
Las preguntas muchas veces son inadecuadas, más bien las mismas preguntas plantean respuestas que en caso alguno serán de utilidad. Tanto en su dimensión practica como en su dimensión espiritual… Lo importante no es el cómo… lo importante, claramente, es el viaje…

Y aquí estoy viendo porno de los noventa, rodeado de gatos que se hieren entre sí (ello pareciera divertirlos –no entiendo a los humanos, menos querré entender a los gatos-).
De repente, de forma repentina, indeseadamente llega la culpa… nuevamente se cuestionan mis cimientos… esa sensación de no poder asumir lo profundo, ni lo efímero.
La culpa es un sentimiento heredado y traicionero. La culpa se instala y encarna luchas que buscan descifrar códigos maliciosos. La culpa no es mía, no es tuya… ya no es de “ellos”. La culpa así solo se transforma en la culpa.

Recuerdo que para mi cumpleaños número 16 llego un buen amigo con una botella de ron… era su regalo para divertirnos y olvidarnos de nuestras penas, de nuestros cuestionamientos, y por lo demás huir de nuestras certezas…
Como era de esperar otro invitado ha sido el alcohol, así su buen regalo no fue protagonista de la noche.
Éramos jóvenes, creíamos ser guerreros en lo del “copete”, años más tarde sabríamos que culturas anteriores se reirían de nuestro “excesivo” consumo…
Viéndose mi cumpleaños finalizado este amigo se despide… caminando hacia la salida de mi hogar me sorprende de manera mágica, y es que toma la botella, antes mi botella ahora su botella, y la transporta hacia su destino, para mi incierto…
Nunca me ha dejado de sorprender su actitud… lo suyo pasó a ser lo mío, lo mío me exigió ser lo nuestros, y finalmente lo nuestro paso a ser lo suyo. Ya el destino me mostraría explicaciones de sus acciones, pero es otro pasaje en esta historia.
Hoy la culpa se transforma en él… es un invitado que creo no puedo negar. Un invitado que pasa a ser mi amigo… pero luego, de una manera u otra, me recuerda que no existe lo nuestro, que siempre se ha tratado de él. Pero debo saber que el viene a recibir, viene a consumir de mi lo que sería nuestro, y así como llega, de un momento a otro, se llevará lo suyo y será como si jamás hubiese estado conmigo.
La culpa siempre me transforma a un lugar mágico. La culpa siempre será un sentimiento adolescente. La culpa siempre llamará a colación al flagelo de lo no deseado, La culpa siempre estará presente…
La culpa decidirá cuándo retirarse…
Hoy veo a mi amigo y extrañamente ya no es mi amigo. Tampoco, y nunca lo será, es mi enemigo. Más bien cada vez que lo veo logro compadecerme de sus decisiones, cada vez me convence más que los dioses le han dado pruebas que él no quiso superar…
Hoy veo a la culpa y extrañamente ya no es mi invitada, hoy decido dar ciertos pasos que llevan a la culpa a beberse esa botella de ron y embriagarse hasta perderse en su destino. Hasta embriagarse de amor y transformar sus cimientos hacia la aceptación, para pensar en el amor…

Lo importante no es donde, no es cuando, no es cómo. Lo importante es el viaje y lo que el viaje me otorga.
Vivir cada día como si fuera el último.
Vivir el último día hoy.
La muerte no es opción… y es que nunca seremos libres…
Me compadezco por la culpa y siento culpa…

lunes, 21 de mayo de 2012

Animos

Tyler en ti confiamos...


domingo, 20 de mayo de 2012

Sobre dominios...

Siempre es difícil comenzar a escribir, una forma adecuada, que he descubierto, es verborreando tonterías. Ahora ya he comenzado a escribir y no he dicho absolutamente nada…
Siempre pasan muchas cosas, y siempre hay mucho por lo que escribir. A medida que pasa el tiempo sin acercarme al vendito teclado los temas se acumula y colapsan el conducto que intenta interpretan lo interno de mi cabeza, para luego traducirle en un lenguaje escrito, y finalmente leíble…

A propósito de mis interiores. Wikipedia dice El cerebro (del latín cerebrum) es un órgano del sistema nervioso rico en neuronas con funciones especializadas, localizado en el encéfalo de los animales vertebrados y la mayoría de los invertebrados. Somos animales (…de costumbre), por ende tenemos cerebro y en este acuden multiplicidad de sensaciones, pensamientos y reagrupaciones de éstas. Hasta hoy la ciencia nos permite, con un coste bastante considerable, poder graficar dichos movimientos de engranaje mediante los contactos eléctricos entre las dendritas y los axones… pero bueno la medicina nunca ha sido lo mío. Estos neurotransmisores a medida que nos acontecen situaciones vitales tienen la obligación de reorientarse, en servicio a nuestra vida estos buscaran nuevas formas de comunicarse, para lograr así  lenguaje que sea representativo de lo que nos ocurre. Así habrá interpretación de la felicidad, la duda, la tristeza, el miedo… etc. El cual a su vez emitirá una orden consiente a nuestro cuerpo, la cual será manipulada según la medida de nuestras capacidades, y otra orden inconsciente la cual, normalmente, no será manipulada y se expresará en micro emociones (onda Lie To Mi…).
Así la pregunta que me planteo es ¿Qué sucede pro estos días en mi cabeza?
El contexto; aun no he cerrado mi carrera universitaria. Pues me auto-diagnosticó “Procrastinación”. Lo que me ha obligado a no terminar mi tesis, por ende no enfrentar mi examen de grado, por ende no titularme, por ende no enfrentar la vida como un ser autónomo y responsable al cien por cien de sus actos.
Mi madre; soy hijo de familia moderna. Definida por un matriarcado, pero con la subsistencia, regular, del padre. Quién se esfuerza en asumir un rol periférico en todo lo cual represente responsabilidad. Boicoteándose todas las acciones que le permitan enfrentarse a la posibilidad de encuentro con responsabilidad.  Sin ser ello suficiente, una madre que interpretando inconscientemente esa secuencia de hechos apoya el no enfrentamiento a la responsabilidad. Así para que mi padre no sufriera el dolor de no lograrlo, a penas estuviese a punto de fallar ella llegaría a sumir la responsabilidad del error. Toda esa forma de relacionarse moldeo en mi un sujeto con miedos profundos, un sujeto con altas expectativas y con capacidades elevadas, pero todas ellas desde lo teórico, capas de digerir y mascar el conocimiento y conversarlo, pero con un miedo a esos momentos vitales que nos definen la vida. Así todo lo postergo.
Cuando pequeño aprendí en base a las perdidas… principalmente a la pérdida de oportunidades que pudieron haber sido muy enriquecedoras, pero que el miedo m impidió tomar esas aventuras y era testigo del éxito de otros. Algunos alcanzaban la gloria y eran premiados por sus pares, otros solo lograban errores, aclamando las burlas, pero no eran capaces de valorar la experiencia, de valorar el error. A mí me pareció que siempre todos ellos alcanzaron un grado de éxito. Pero siempre eran ellos, así que alrededor de mis doce años me prometí que cambiaría… que ya no sería el cobarde, que preferiría SIEMPRE arrepentirme de haberlo hecho, por sobre arrepentirme de no haberlo hecho. Por muchos años esa fue una premisa que me definió Aclaró que eso nunca se transformó en ser el que cumplió el rol de osado, al cual todos los demás desafiaban para divertirse con sus travesuras y “cagasos”, digamos que hubo muchos compañeros que cumplieron ese papel.

Así, ya definido el contexto de mi desarrollo, y entregado elementos de mi capacidad muscular (más bien de órgano) de mi cabeza puedo emitir que calienta mi sesera…
Hoy por hoy, sin haber finalizado formalmente el estudio superior, ya estoy laburando. Ya soy un no cesante, ya estoy dentro del gran porcentaje de hombres y mujeres maduros que pueden empezar a temer por la pérdida de su empleo. Espero postergar ese miedo… Hoy siento como se reacomodan las estructuras cerebrales, y siento como mis apreciaciones sufren mutaciones serias. Hoy, mediante un sueldo, e auto-exijo cierta madures, me exijo responsabilizarían seria. Ello se traduce en una maduración de todo, ya no me siento como el niño que debía siempre explicar a los demás. Ya siento como esos shocks eléctricos están a mi antojo y no al de mis padres. Los pensamientos son parte de mí y no parte del pasado que me define. Este sentimiento es, en alguna medida, absolutamente falso lo sé. Después de todo, todo es falso y todo es ilusión pues todo se pierde y nada queda, excepto lo trascendente y las buenas obras, y estas cosas son las difíciles de alcanzar y las que no nos son propias…
Hoy me siento diferente pues respondo a lo que esperan de mí, pero principalmente porque respondo a lo que espero de mí. Sin miedos que se antepongan, los miedos persisten pero no son más los protagonistas de mi historia. Odio esta sensación pues esta de base el materialismo y la consumación del rol que tiene el profesional moderno. Pero por otro lado ese odio se transforma en dulce savia que es digerible y que le gusta a mi cuerpo, pues estoy cumpliendo a lo que esperan y espero de mí, y a la vez me estoy permitiendo la posibilidad de aportar a ese sueño de mundo mejor. Todas esas acciones que nunca quise enfrentar pues dude de mis capacidades, y rehuía de la posibilidad que viniese una “esposa” a librarme de la posibilidad de enfrentar mis errores ya no está ahí. Hoy estoy solo frente al mundo. Solo, pero con compañía. Pero agradeciendo esa soledad del “ser” esa definición que “es”. Ahora solo me queda terminar la tesis, reírme de mis miedos y tomar las riendas del asunto…

sábado, 21 de enero de 2012

NO A LA S.O.P.A.