lunes, 14 de abril de 2008

Sobre la vidas...

(F. Foto)

Decadencia...
Dulzura...
Traición...
Nobleza...
Entereza...
Valor...
Amor..
Muerte...
Entrega...
Robo...
Piedad...
DOLOR...

En el anterior listado cada palabra se liga a la anterior, cada palabra apoya la construcción de la siguiente. Así palabra por medio no se conocen directamente, pero se necesitan para existir.
Debo admitir que el listado es arbitrario, quizás logre ser inconscientemente descriptivo... no lo se, pero refleja la idea de la cual me apoyo para hacer lo que hago y no quiero hacer.

Durante los últimos capítulos de mi vida (ufff, ahora suena, en modo random del i tunes, la canción "Slowly Growing Deaf" de Mr. Bungle... desde hace años que no la escuchaba y demonios!!! la recomiendo. No es triste ni cosa por el estilo, es diferente) me he dado cuenta que tengo la, a veces terrible, maña de inquirir en lo que creo se esta dando. Soy, derechamente, demasiado preguntón, quiero llegar a escuchar esas verdades tan evidentes con las miradas pero que no se dicen directamente a los ojos. No se mencionan en palabras por que las palabras muchas veces se quedan imposibilitadas de transmitirlo todo, pero frente a esto, a las vagas interpretaciones que puedo tener, mi inseguridad me exige pedir respuesta a los cuestionamientos sobre la especificidad de lo que la otra persona piensa. Es una herramienta que debe de ser necesaria, pero que muchas veces daña y reabre llagas que estan a punto de sellar.
Es esa mía actividad la que me vuelve hacia mis remordimientos y a preguntarme si dejarla seria traicionarme o si sera la mejor de las opciones. Como ya es común en mi no quiero encontrar respuesta a lo anterior, mas solo vale la pena preguntármelo.


mmm, parece un post muy corto... que mas diré...


El otro día me curé. Si, si... tranquilos los ortodoxos, no es malo curarse. No mientras no hagas cosas que yo he hecho jejeje. Bueno el asunto es que camino a mi casa, con el notebook en la mochila, me preocupaba o ser asaltado, no ser ultrajado en mi vulnerabilidad etílica, ser violado en mi intimidad y dañado en mi materialismo. Estaba en la micro, casi llegando a la linea del tren que divide al Temuco centro con l Temuco periférico (donde ahora vivo). Siempre con la preocupación de que no subieran a robar a la micro, con el miedo latente. Ojo, nunca he presenciado ningún asalto masivo, ni tampoco he sabido de alguno acá en Temuco. Pero los miedos se apoderaban de mi mente embriagada. El asunto es que al cruzar la linea miro por la ventana, solo para escapar de las miradas del interior del bus, y veo a un hombre sin pies que pide monedas. Cerca del hombre, alejada de la vista de los transeúntes, esta una silla de ruedas característica por su antigüedad, pero que aun cumple su cometido de traslado. Entonces como buen cristiano que no soy, me siento imbécil por mi materialismo estúpido, yo con unas copas de mas me doy las libertades de volver la espalda a lo que creo y profeso. Con unas copas de mas sigo imaginando que asaltan la micro, pero mi atención pasa a ser mi computador por sobre el pan que perderá la señora, que ya no podrá comprar mas ese día y que a nadie le importará. Así, me olvido de lo que debo pensar y pienso lo que quiero pensar ¿o es de otra forma?