sábado, 20 de junio de 2015

De La Sal de la Tierra...

Soy un ser cíclico.
Definitivamente de vez en cuando en mí se instala la necesidad de volver al origen. Todo ello en independencia al avance de la vida, que por lo demás parece estar bastante estancada desde el principio de los tiempos.
Hay en mí una vorágine que busca norte, pero sigue cautivada por la belleza de la rosa de los vientos, y ahí, ahí, ahí solo deja pasar el tiempo, boquiabierta sin escuchar la razón de lo obvio o el corazón del camino.
Por estos días la tristeza parece no ser novedad. Muy por el contrario es una anodina desesperanza más propia que furtiva.
Hay deseos de emancipación de sentimientos pulcros, pero se ven devastados por la briza de esa real pasión brutal y transgresora.
¿Adónde voy?
¿Adónde va mi cuerpo?
¿Soy la respuesta a mis preguntas?
Quiero pensar que hoy acierto al querer avanzar en base a mis reglas. ¿Acaso las reglas que nos rigen son inmutables? ¿Acaso esas reglas logran distanciarse de cualquier justo cuestionamiento?
Soy un ser encadenado que cree haber vislumbrado cadenas… cosa que siempre causa dudas en mí.
Soy alguien que de manera estúpida se cubre de cadenas pensando que la libertad estará al hundirse más.
La transgresión es reiterativa y se sucede descriptiva.
Hay días en que me gustaría orinar santos, hay días en los que necesito salvar el mundo, hay días en que no puedo decirle te quiero, hay días en que la bonanza se apodera de mis lares, hay días que nacen siendo noches intentando escapar del inevitable atardecer.
De vez en cuando doy con una razón para darme asco.
De vez en cuando soy con una razón para subirme el rango.
De vez en cuando desecho instrumentos de sanidad por sendos manuscritos de obscenidad.
Hay cierta seducción en la antagonía, cierta facilidad de argumentos e ilación de idiomas que hasta llega a ser falso en su benigna novedad.  
Recuerdo que mi primer trabajo fue a temprana edad. En esos días era un juego barrer para obtener ese, a mis ojos, inmerecido sueldo.
Recuerdo que antes nunca hube barrido el mínimo espacio de comodidad, siquiera urbanidad.
Recuerdo el cómo el juego se hizo carne, el cómo la sumatoria de reglas iba en directa relación con el rápido aumento de la entretención.
entretabilidad le llamaría si mi sangre pudiese omitir reglas diáfanas del lenguaje-.
En mí se anida cierto comportamiento obsesivo, mesclado con una pisca de ausencia de continuidad…
Tengo cierta dificultad.
Evidente.
Para poder expresar ciertas ideas…
En mí la asociación suele ser de manera libre y espontanea. Todo lo cual, evidentemente, impide el sostener una práctica por un periodo de tiempo determinado.
Lo anterior me ha permitido un bagaje amplio de posibilidades de conocimiento, en los cuales prevalece una mirada superficial toda la cual, generalmente, es mayor a las de los terceros.
En ningún caso esa diferenciación reluce como academicista, no mi buen, está muy lejos de ello.
Quizás nada me conozcas.
He sido malo para el deporte por qué no lo continúo, conozco de tecnologías, motores, vapores, aviones, ferreterías, pastelería, cocina (gran pasión), etc. Soy de profesión Trabajador Social, pero no tengo esencia que me defina… simplemente hasta el día de hoy no existo… como ese gran porcentaje de la humanidad que no existió jamás.
Soy yo y eres tú, somos nosotros.
Y si piensas que tiene que ver con dejar la huella…
Insisto, no me conoces.
Viendo La Sal de la Tierra (2014) son muchos los mensajes que llegan. Creo que necesitaré verla unas cuantas veces más para recién poder estar un pelín satisfecho de lo que la imagen puede entregar. Pero por ahora son dos los mensajes que no quiero dejar escapar.
Primero la sencilla y simple esperanza de que “es posible… cresta si lo es”, todo lo cual más bien es un agradable recordatorio.
Segundo, no más o menos importante, es la lección que Sebastião Salgado entrega con su vida… mucho me gustaría hablar de él, pero considero es una falta de respeto hacerlo desde la excitación del momento, todo lo cual desconocería la real profundidad de un ser altamente privilegiado por sus aciertos. Me refiero a la existencia de “tiempos”.
La humanidad no vive a un único tiempo, la vida no avanza de manera continua e inexpugnable.
La vida tiene ciclos y momentos de clímax y latencia.
Existe un tiempo que parece estar marcado por la “modernidad”, pero ello es solo uno más.
En mi vida me he topado con tantos tiempos fuera de la modernidad que sería faltarme al respeto al no visualizar mi experiencia como parte decidora de mi opinión.
Hay veces en que debemos buscar en nuestro interior… antes que se pudra.

Veo belleza y pudrición. Además está el humano…

lunes, 8 de junio de 2015

Pronta salida

Al pensar en la cercanía del viaje ya todo empieza a tener esa perspectiva que asusta y seduce. A la distancia ya cuantificable, de lo para mi inminente, creo que la ansiedad se empieza apoderar de mi ser.
He estado observando el paisaje de manera particular… creo que me he podido conectar con ese turista que ya desde hace años ha despertado. Las miradas a la cuidad, al horizonte, a las personas, a la naturaleza y el paisaje se ha orientado a cierta atención y retención de todas las dimensiones que nos conforman. Los sonidos y los olores serán los más difíciles de retener…
En mi última formal salida me he llevado a un bar de esos que se transformaron en cotidianos. Una especie de buhardilla que mantiene, y sostiene, ciertas libertades cuestionables por las masas, y tal vez una que otra ley (pero declaro bajo juramento son solo leyes injustas y dictatoriales propias de la modernidad). Debo mencionar que dicho bar se luce en austeridad y es que su carta no daría para esquela ni menos… Pero las primeras cervezas son frías y deliciosas… luego se entibian y agotan… Poniéndolo en perspectiva dicho local es bastante mediocre, si los baños a la hora están inundados en orina, las cervezas se acaban, el guardia es un pasado a mierda con complejo de policía en su prestancia…
Je, mi punto parece ser que justamente esas particularidades son las que mi viaje no me permitirá llevar. Y es que espero viajar por muchos lugares, visitar muchos bares, conocer y maravillarme con los rastros de la humanidad que van quedando en esas calles floridas de basurales móviles compuestos por cadáveres de snack y comidas de paso (pero la clase trabajadora muchas veces no tiene tiempo para pararse a comer, entonces menos tiempo tendrá para meditar respecto de las consecuencias a largo plazo de la acumulación de basura por persona y como ello generará graves problemas a corto plazo… etcétera). Espero poder acumular tanto pero tengo miedo de que mi ser posea una memoria limitada y las historias nuevas comiencen a borrar las antiguas.
Declaro mi memoria como un tributo a la humanidad, a los logros y a los fracasos. Al constante avanzar y la inmutabilidad del tiempo.
Sé que conoceré lugares parecidos a los que he vivido, pero nada será igual a lo dejado.  Por un lado ello es la esencia de la aventura en sí misma. Por otro lado ello es el desafío a no olvidar, a no confundir rostros, a no emparentar experiencias. Creo que el desafío es mantener la claridad en torno a no perder la humanidad.
El camino no es para levantar o derribar imperios, eso lo hará la progenie. El plan más bien es caminar y contaminar con una idea clara “si, se puede…”
En estos últimos días la expectación ha ido en aumento, ello plantea nuevas sensaciones y nuevos cuestionamientos. Siento que hay un maldito mundo de posibilidades…


martes, 2 de junio de 2015

Boom!

Recuerdo olvidar el poder de la nostalgia que vive en tus recuerdos.
Te apareces siniestra y sagaz, elucubras patria y potestad.
Veo en el pasado recuerdos de un presente que se asoma y destruye, asoma y fornica, fornica y asoma lo que cuadros han de callar, mas vírgenes han de morir en tu olvido.
Sensaciones de claridad y goce de sentidos, antes lejanos, hoy más bien amainados a mi contorno, arrimados a mi marea.
Vago de terciopelo, vagaría en tus sueños por mil quinientas treinta y dos vidas.
¿De donde viene aquel tormento que enfada tus noches?
¿Es acaso el amor un puzle que debe ser el reflejo del rostro de las amantes?
El tiempo pasa… es cierto
La herida sana… es mentira
La herida daña… es cierto
Ella ya no está ahí… justo ahí… es mentira
Soy el amor que sufriente… doliente… cierto.
Quiero que la nueva vida sea carne e ilusión… en su esperanza y tormentoso norte se vislumbra la salvación de miles. El despertar de millones. Se alumbra el profeta y el destino torcerá el camino.

Me veo y sufro por agonía, desamparo y control. Bebo de mi sangre a espera de la hora aordada con antelación…