miércoles, 9 de julio de 2008

Sobre malos días...

(F. Foto)


Me parece que hay ciertos días en los que debo escribir (o mentir) en el blog, hay otros en los que lo debo hacer en mi cuaderno... en el anonimato y oscuridad de lo que no se mostrará pronto. También otros en los que derechamente no debo escribir.
Creo que debo decidir sobre quién decide en que minuto puedo escribir.

En días soy tan susceptible a los mismos problemas de todos los meses, en las mismas fechas. Es como si el factor ese me diese la bienvenida a un nuevo ciclo, a otro más que se repetirá como tantos otros. Estoy cansado de estar cansado...


Me satisface escribir en prosa mortífera, en texto mortífero y melancólico. Me obliga escapar de mi estado el pensar que otros tantos se identificarán con lo que siento, que no es pena, pero no es grato . Me siento como un vampiro que vive de sus energías y se alimenta de la muerte lenta de las víctimas que creerán encontrar paz en lo que mas les pesa. Pero es cierto, que más da si hasta el papa muere, si hasta los padres mueren, mueren los hijos y morirán los nietos.

domingo, 6 de julio de 2008

Sobre las nostalgias...

Cielos... Después de cierto tiempo de seudo-descanso emocio-mental, creo que vuelvo a esta cancha de escritura un tanto dramática y un tanto sincera, pero jamas nunca verdadera.


Por estos días sigo dándole vueltas a un elemento que me encanta, es sin lugar a dudas la “nostalgia”, ese bichito de la literatura que te permite resumir una figura literaria (valga la redundancia) en las cual te transportas al pasado admitiendo que fue mejor, dicho de otra forma tomas al presente como peor de lo que fue lo ya vivido. Pero bueno, no quiero decir, con esto, que mi presente sea malo en relación al pasado, tampoco quiero decir que mi pasado fue malo, tampoco quiero decir que el futuro será peor y me resguardaré en el pasado, pero entonces ¿que quiero decir?...

Para variar lo que quiero decir es mucho mas simple que la articulación de las palabras a las cuales intento recurrir. Solo me quiero referir a que existe un sentimiento que produce una especie de nostalgia en relación a lo vivido y dejado atrás. Es ese sentimiento de vulnerabilidad frente a saber que es imposible hacer algo en relación a lo hecho, a lo vivido. Esa sensación de cariño por lo que ya paso, sea catalogado como positivo, negativo o no tenga cabida en ninguno de ellos.

Recuerdo mi pequeñez, eran mis tiempos dorados (bueno los libros me avalan en que la infancia es el refugio de los sueños y de las ideas locas, pero en ese entonces absolutamente realizables). Recuerdo mi formación frente a la caja estúpida, queriendo ser lo que me planteaba la vida (la tele). Recuerdo que quería ser aviador, como dirían los españoles “molaba el imaginarme maniobrando una de esas gigantescas estructuras de metal que trazan lineas imaginarias en el aire, allí donde los pies no pueden pisar”, pero bueno poco duró. Después quise ser militar, milico diría hoy en día después de pegarme groso palmetazo en la jeta (jojojo), pero eso me duro hasta que supe del periodo de dictadura y como los militares representaban el abuso a los que son los derechos humanos, fue, creo, mi primer encuentro con la muerte, y me clavó la imagen del militar manejando esa estructura tanqueril y un solo hombre intentando detener la caravana en una carretera amplia.

Pero en fin, recuerdos tengo demasiados como para ponerme a plantearlos de manera desmedida, aunque debo agregar que me causa muy buena sensación el traerlos a colación. Recuerdo esta mal formadora caja estúpida, recuerdo como recurría a ella en busca de sensaciones que la realidad no era capas de ofrecerme, pero claro “a lo pasado pisado” y jamas nos arrepentiremos ¿cierto?

Una de mis primeras interrogantes sobre la TV fue justamente con los cuchillos GINZU 2000, si mal no recuerdo los promocionaban desde el año 90' y algo, eso me perturbaba... ¿Como en el 94', 96' y más se hablaba de cuchillos del 2000? y ¿ que pasaría en el 2001, cambiarían el nombre del producto? ¿lo mejorarían? ¿o qué? Eso me perturbaba de gran manera, después de todo era una aleación utilizada por ingenieros de la nasa. En fin porquería de formación. Pero todo ese sin sentido de los programas de venta y de películas que tenían vetado en mencionar la palabra libertad, muerte o desaparecido, mucho menos derechos humanos o dictador. Si amigos mios, hoy haciendo retrospectiva y nostalgia muchos jóvenes vemos que fuimos criados en una sociedad de mentira. Somos los hijos de nadie. Nuestros padres no fueron los padres ausentes de hoy, tampoco los impositivos de décadas anteriores, pero tampoco (gracias a alguien (¿dios?)) los que se veían obligados o querían callar en los años oscuros de dominio del niño mentiroso y de nariz creciente por mentiras no resueltas.

Existe un cumulo de la población que es hijo/a de los padres que estuvieron, pero eran incapaces de expresar el cariño que nunca recibieron, pero claro como esperar aquello si mas bien ellos nunca lo vivieron. Una ráfaga de balas hizo desaparecer a muchos chilenos, pero mas que chilenos acabo con muchos padres de familia, muchas madres y muchas familias. Y de paso creó un efecto domino que no acabaría jamas, pero claro esa es la construcción de la realidad, ese es el Karma y como ley inexorable no podemos hacer más que enfrentarla y entregarnos “pecho viento” a enfrentar lo que nos ofrece y ese es justamente el punto que mayor felicidad nos ofrece. Siendo los hijos de nadie, al no pertenecer a modas que nos cubran podemos escapar de la necesidad de ser parte, por necesidad, de un grupo determinado. No queremos ser el ejecutivo del mañana, no queremos ser el profesional de la medicina, no queremos ser el científico del mañana, no queremos ser el aviador que ve la realidad desde los cielos, tampoco queremos ser el militar que recibe la orden de disparar intenta cerrar los ojos y olvidar lo que hizo, donde lo hizo y con quién lo hizo. Eso nos sitúa en lo que no somos y nos traslada hacia ¿quienes somos? ¿que somos?.

Creo que hoy puedo responder, claro con disposición a mejoras y diferentes cambios, que somos los buscadores del tesoro perdido. Ese tesoro no nos dará destino, ese tesoro es justamente el destino. Parafraseando a un señor que ahora no recuerdo “el fin ha pasado a ser la búsqueda de la felicidad, la búsqueda como fin y no el encontrarla como final. Mas bien esto separa al ser de lo realizable y lo deja en un paralelo que es imposible de enfrentar, aleja a la felicidad del hombre y lo encierra en un camino sin fin” Hoy no es el plasma de 37'' lo que me hará feliz, el plasma de 37'' solo me ayudara a llegar un poco mas cerca, pero demonios ya salio el de 54''...