martes, 25 de agosto de 2009

SOBRE CIERTAS COSAS...


¿Y si todo me cansara?
¿Y si efectivamente mandaré a todos al demonio?
¿Y si esto que me aprisiona, aparentemente invisible, lograse quitarme el aire y llevarse eso que ellos describen como vida?

No son momentos como para llorar ¿existe ese momento?. Preguntas, preguntas y preguntas, sabemos que todas ellas solo intentar sacar la discusión de su centro y llevarla a ideas que no encontraran respuestas. La únicas certezas son justamente las faltas de ellas, pero a quién le importa ¿a quién mierda le importa?

Tengo un personaje, creo de ficción, el cual esta rodeado de personas que se bañan en certezas, es una multiplicidad de certezas completamente amplia, pero todas creen ser la verdad.

Tengo un personaje, creo de ficción, el cual cree ser mucho mejor que todos los que los rodean, pues esta completamente seguro de respetarlos ya que, según lo que promulga, la verdad es una construcción subjetiva en la cual los factores que forman el entorno realizan un producto nuevo cada vez, incomparable en sus características con los otros.

Tengo un personaje, creo de ficción, el cual no cree en si ni en los demás...


Por otro lado, existe la historia, existen personas que la marcaron, o por lo menos eso dice el papel, son nombres que nos obligan a conocer. Siempre me ha parecido simpático ese hecho.
¿Para que recordar nombres por sobre actos? No me gusta nombrarte, ni nombrarlos, ni nombrarme y no por ser una intencionada evasiva, sino por el contrario es para asumir el hecho que "esto no nos pertenece", pero como toda regla ha sido hecho para romperse hoy quiero rendir tributo a Sergio Terán. Tan solo daré su nombre y no sus actos pues es tan humano como el que esta en el espejo y su habilidad ha requerido trabajo y ha conseguido logros sorprendentes.

Vamos animalitos luchad y unios en contra del tirano, no nos dejéis doblegar por la muza y su belleza...

sábado, 22 de agosto de 2009

Sobre él, el gran él...

Pasa que este hombre, este tipo o dizque señor comenzó a tener extrañas actitudes. Eran fenómenos despreciables para lo que él, hasta ese punto, entendía por consciencia. Sentia en sus intriores, en sus entrañas, en sus pelos, en sus genitales, en sus pelos, en sus almas y en sus "todos" que algo se manifestaba y lo corrompía, pero a ello no podía determinar si esto le extrañaba, le desagradaba o tal vez si solo era parte de su mente fantasiosa que hace algunos años le amenazaba con darle un tiro por la espalda.
Recuerdo que una noche , este señor, salio a caminar, tan solo a mirar como estaba el cielo, los pajaritos, los criminales. Para cuando se dio cuenta estaba en pijama parado en una avenida cercana de donde vivia. Lo que más le asusto , en ese minuto, fue el hecho que eso no le parecía extraño, hasta premeditado lo pensó, pero jamas alguna paso por su mente con anterioridad una acción de aquella naturaleza. Se vio en las puertas del cementerio cercano al, hasta entonces, su hogar. Sintió que los muertos quería invitarlo a quedarse, quería entrar hacia ellos, solo el metal del pórtico mortuorio le impidió cumplir dicha hazaña.
Otra mañana este hombre buscaba algo con extraña simpatía. Era algo que simplemente le faltaba, era algo que no sabia como describirlo pues no lo conocía. Era algo oscuro, humedo, triste... suyo. Ésto le pertenecía como jamas lo supo, pero no sabia que demonios erao que demonio era...
"Ya no soy el mismo de antes" se repetía con lastimoso pesar, le hacían falta los ojos de sus amigos, pero esos ojos que habitaban en ellos antes que la "locura" (que él hoy creia reconocer) los distanciase hasta hacerlos invisibles, si es que existieron. "Ya no soy el mismo de antes" se repetía con lastimoso pesar, pero el eco de sus voces solo llenaba el vacio que ya nunca lo dejo más. "Ya no soy el mismo de antes" se repetía con lastimoso pesar, y el espejo lo torturaba con brutal esfuerzo y no lo dejaba dar paso atras...
Veinte años paso así, fueron tiempos de atrevimiento y de bordear la impugnable muerte de lo que algún día conoció por normalidad. Pero hoy él no se arrepiente, ya no es el mismo de antes y no lo negará. Hoy es una estrella de lo que otros premian con extraña simpatia, pues quieren ser como él, pero a una distancia en la cual no se sientan dañados por lo que no pueden, ni quieren comprender.

Hoy él esta solo y extraña soñar con ellos, tener abrazos sinceros que no juzguen sus acciones a-n-o-r-m-a-l-e-s...
Hoy él es él y se pregunta ¿por cuanto más?...

Hoy quiere abrazar la normalidad y tener lo que evadio con su vida y jamas pensó desear...

viernes, 14 de agosto de 2009

Sobre los arboles acidos...



La inmortalidad del cangrejo...

La turgencia de la uva...
La gallina o el huevo...
¿Son realmente poderosas la ovejas frente al lobo?...

en fin...


Todos son cuestionamientos que han atrapado al ser en lo que nos ha tocado vivir. Todas son justificaciones para mantener la mente orientada hacia lo que estamos acostumbrados a ver, y desviar la mirada de esas cosas desconocidas que por poco habituales se hacen misteriosas, y por misteriosas se confunden en el temor de no saber sus reacciones, sus productos y sus sabores.


¿Que importa a donde me dirigo? ¿Que importa de donde vengo? ¿Que importa donde estoy? Al parecer la distinción entre estos tres momentos es completamente proporcional a la importancia que se le de, pero en su esencia no se diferencias mas que por detalles que no empañan su similitud, pero ¿es ello importante? justamente es el punto, su importancia es el punto, no importa donde he estado, ni donde voy a estar, ni donde estoy. lo que importa es el sentido que todo ello tienen para mi, somos animales de costumbre, de odiosa rutina y de abominable cotidianeidad. En los sucios juegos de palabras hasta el improvisar, la espontaneidad se hace rutina... ¿podemos escapar de ella? tú lo sabes ¿tú lo sabes?

Hay noches que sin importar la cantidad de luz son las más oscura que nos tocan, son noches que sin importar la temperatura ambiente no nos permite entrar en calor, sentir suspiros alentadores o caricias que despierten sentimientos de placer. Son noche limitadas es cierto, pero son noches que se enraizan en nuestros cuerpos como la mas vil cizaña, pero tranquilidad que al parecer no son malas, después de todo solo son noches.

Recuerdo el viento y los sonidos, recuerdo no saber lo que pasaba al otro lado de la pared, no saber que ocurría fuera de mi lugar seguro, no estoy seguro de haber querido saber lo que acontecía. Muchas veces el miedo no es reacio y en su lugar se instala una sensación de incertidumbre que vacía todos los pensamientos y da hueca cabida al arrepentimiento, pero eso termina al desfachecer frente al agotador cierre de las pupilas (que desean llorar y no se atreven).

Hay poesía oculta en las palabras del que pide solo para comer, pero hay un canto al deseo en quien engaña a la muchedumbre con dinero que no necesitan tan solo para beber y olvidar un poco de la realidad...