Sobre las movilizaciones...
Luego de conseguida la temperatura deseada se debe golpear con un mazo constantemente sobre un yunque. Es importante destacar que los golpes propinados al material deben buscar la forma homogénea del la punta del cincel. Así el golpe que se propinara con el mazo debe buscar la formación de ángulos similares a los dos lados de la punta. Cualquier disconformidad debe ser resuelta de inmediato, pues un recalentamiento del material producirá un efecto de temple sobre el temple, y un posterior reacomodamiento de las partículas. Esto escapara al objetivo primero, pero si es necesario se debe recurrir con total soltura.
Luego de templado y golpeado el material s debe introducir en una composición de aceites especiales, la mezcla de aceites buscara el reacomodamiento mejor de las partículas golpeadas, tratando de no dejar espacios de aire atómicos dentro del material (espacios que solo serán visibles con medidores microscópicos), que luego podrían producir algún quiebre. Es lamentable, pero no menos real, que en la práctica el proceso no culmina con aceites sino que se utiliza comúnmente agua, lo que produce una mayor rigidez en el resultado, pero que asegura una mayor penetración del producto final, esto viene a ser una mal menor si se considera que la utilización del cincel solo será esporádica.
Axial y mediante todo este proceso se deberá tener un cincel capaz de trabajar a lo menos un mes y con un máximo no superior a los tres meses. Si se logra un intermedio de duración entre estos periodos se conseguirá un trabajo exitoso.
Finalmente me gustaría agregar que la movilizaciones se acercar al temple de los estudiantes. Habemos varios que intentamos utilizar el carbón adecuado, aceite en vez de agua y fragua. Pero nos olvidamos que la vida útil del cincel no es mucha. Podría pensar en guardar el cincel en una caja de herramientas, pero ¿Que pensara él?
¿Los estudiantes tendrán el Angulo adecuado al terminar el proceso, las movilizaciones tendrán el Angulo adecuado?
Quizás sea el día...