domingo, 4 de mayo de 2014

Te extrañaré...

Siento que soy la mala imagen de un mal poema de un libro de mala poesía...

La modernidad ha causado mella en mí... soy el producto de acuerdos y desacuerdos antes casuales que se confabulan para articular vivencias extremadamente solitarias. El amor se acaba -ya lo dijo Arjona (pero ante Neruda, y antes las corrientes existencialitas, y antes Séneca, y antes era entregado ese conocimiento del Maya de los dioses a os humanos, a fin de favorecer la diferenciación entre fantasía y realidad)- y con la finalización del proyecto de pareja en conjunto e instalan vendedores de emociones, y vendedores de tragedias... mis escudos logran protegerme a retaguardia, sin embargo soy débil en mi frente, en mis costados, en mi arriba y en mi abajo...
Siento que soy el mal capitulo del libro de la chilena hija del presidente derrocado, ese donde da cuenta de lo obvio y finaliza con la fantasía de poder sorprenderte, o por el contrario te sorprende pues nunca viste venir lo que a todas luces se presentaría.
Heme aquí el antes galardonado soldado, el que nunca buscó el triunfo pero que éste lo azoto en llamaradas de compasión, hoy vengo en nombre de la derrota. Mis emociones son plástico derretido, las formas son caras del pasado y hoy ves mi rostro deformarse en la tristeza mas profunda. Veinte millones de chinos en la china comen sopaipillas con mostaza en tributo a lo que nuestro amor fue un día... fue hace días y hoy ya no lo es, y hoy ya no lo será nunca más. Por que si hay algo que el corazón no sabe hacer es perdonar, si hay algo que la robustez de la historia no nos ha delegado como don natural es olvidar.¿Qué somos sin la posesión de nuestra historia? ¿Qué somos sin el control de nuestros sucesos? Pues somos simples consumidores, y lo planteo en el mayor tono peyorativo posible, somo unos simples y vulgares consumidores, devoradores de emocione y vivencias que están destinadas a nunca ser parte de tú vida, de tú puta vida! fanfarroneas con la posibilidad de la muerte, pero jamás serás capaz de verte a los ojos y aniquilar lo que realmente nunca te perteneció... Ya no eres persona, simplemente eres un televidente de la tragedia de tu vida... me das tanto asco como asco te das a ti...

Heme aquí queriendo saborizar lo incomestible.
Heme aquí huyendo del grito paternalista del que se protege de si mismo-
Heme aquí escribiendo el decálogo de mi tragedia, el verdadero comienzo de mi final...


Las venas de mi latinoamerica seguirán sangrando desde mis propios conductos...
Corro el real riesgo que ya nada me importe...

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