lunes, 5 de mayo de 2014

Sobre hoy...

Y es que la ausencia está marcada por la necesidad de presencia de ese otro... De ella, otra. 

Como poder escribir el correcto decálogo de funcionamiento frente a la finalización de una relación?
Creo que lo primero, definitivamente, sería el buscar definir la importancia de ésta. No me efímero únicamente a la importancia subjetiva, quizás tan palpitante y entré cortada en un minuto aún tan doliente, sino también a la importancia objetiva de dicha relación. La medición del desarrollo de la nación está dada por el éxito económico, en tanto que de una relación 
Cual es el indicador certero de éxito?
Pues a mi me parece que el desarrollo como sujetos, y aquí sin lugar a dudas lo que ha finalizado marcará un antes y un después en las posibilidades...
Entonces ya definido mi grado de significación he de manosear lo vivido. Y es que el dolor que marca al espero tu encerrado en mi cuerpo realmente en muy, muy, muy, muy significativo. Plena descripción no gráfica lo que es posible de sentir. 

Pero ello no es todo. Ya los poetas han aventurado con ungida certeza la agonía de la rutina. Ya camino al supermercado me he percatado que estoy en la obligación de comprar para uno, en la cocina están los porotos que fueron pensados para dos, pero que en el desencanto se han teñido de ausencia de sabor y pasan a ser castigados por la incoherencia del desprecio. También camino al supermercado me he permitido pensar en el sentido de llegar luego del trabajo, y ahora no existe tal sentido. Y es que el considerar la ausencia del beso que te recibe, realmente  es muy poco alentador. Ahora cual será el sentido de llegar a la hora? Cómo es posible definir una hora si ésta no está destinada a compartirla?
Ya los poetas aventuraron la subjetividad de los espacios. La modificación antojadiza e irrisoria, respecto de la percepción de spa los y formas, que viene luego de la finalización de una relación realmente importante. Hace unas semanas realmente me interesaba construir un hogar, un espacio en el cual protegerme y nos protegieramos, hoy todo pasa a ser la simple acumulación de maderas con formas ya delimitadas. Un sin sentido asociado a ciertos males de un Diógenes en soltería...
El tiempo, además, juga con mi personalidad. Ahora es un enemigo al cual debo controlar. Por un lado la rutina es penosa y castigo. Por otro lado el tiempo juega a la implementación azarosa de ciclos indeseados... 
Me entristece de sobremanera el escribir de un pasado que ahora es pasado. No me quiero resignar al peso de la razón. La tradición traidora del pueblo embrutecido por las pose iones de una verdad relativa, de una verdad conjugada intencionadamente hacia fines antes delimitados. 

Creo que todo avanza hacia donde debe... Creo que el destino sigue siendo la destrucción. 

No hay comentarios: