viernes, 11 de mayo de 2007

Sobre un ave...

Ella; Te odio!! (con tono de sarcasmo)
Él ; ¿Me odias?
Ella; Te odio taaaaaanto!! (besándolo)
Él ; ja ja (con tono de suspicacia y en voz baja)
Ella; ¿De que te ríes?
Él ; De nada... si no me he reído!
Ella; Vamos no seas fome... si te reíste... cuéntame
Él ; No... si no es nada...
Ella; Cuéntame o me enojo!
Él ; Na... es que me río porque hay cosas que tu no quieres decir y que yo no quiero escuchar...
Ella; Hay cosas que es mejor callar...



Después de la tormenta viene la calma, o después de la tormenta llamamos a la calma, o después de la tormenta lo que venga es calma.
A veces la vida nos trae sorpresas, y a veces nos gustan.
A veces las decisiones que tomamos nos llevan a encontrarnos con situaciones que jamas imaginamos. Pero cuando tenemos suerte la vida, y en especial nuestras decisiones, nos llevan a conocer personas que jamás pensamos conoceríamos. Son personas que nos sorprenden puedan existir en esta vulgaridad de mundo, suele mirarse de manera triste, pero en realidad son una especie de recordatorio que las cosas no son tan malas.

Un ave enjaulada no tiene libertad!!
¿Quién determina la libertad del ave? ¿El ave? ¿El tamaño de la jaula? ¿Quién la tiene presa en la jaula?

Podría pensarse que la propia ave. Claro, si ella no quiere otra realidad y desea seguir atrapada en la comodidad de los sentimientos que le proporciona la jaula, sería solo su opción, pero para realmente valorar esta opción deberíamos poder ampliar el concepto de libertad, a uno que beneficie la decisión del ave. O podríamos soltar al ave y esperar que después de conocer la belleza del aire fuera de la jaula (según nosotros) quiera volver, por que si necesita volver nos confirmara que nunca fue y nunca será libre.

Por otra parte si la libertad del ave es determinada por el tamaño de la jaula, podríamos decir que una ave que vive en un invernadero es más libre que una que vive en una jaula en el living de la casa, aun que me atrevería a afirmar que las dos quieren conocer lo que esta fuera de los que son sus territorios. Entonces un ave que puede volar por todo el planeta es absolutamente libre ¿Pero si esta ave quiere conocer el espacio? ¿Se acaba acaso su libertad al querer algo superior? Creo que ésto lo debe responder cada uno.

Por último, si la libertad del ave se ve condicionada por quién la tiene presa ¿Acaso ella sería menos libre al estar conmigo?

Creo que debiéramos considerar su libertad, y el como su libertad cambiaría mi libertad. Después de todo el ave podría ser la jaula...

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