lunes, 14 de mayo de 2007

Sobre las pelis...



Las sorpresas de la vida se presentan a cada instante, es maravilloso el como los astros se confabulan para presentarnos una suerte de "hechos inimaginables", hechos que por su simpleza nos sorprenden.
La fantasía en el cine es un portal a la imaginación, y tiene la doble particularidad de intentar ser fiel a la del creador y despertar sentimientos de absoluta fidelidad en el observador. Es así como el observador, en ocasiones, se ve reflejado y conmovido por las imágenes en la pantalla.
La dama en el agua es una más de las películas que pasan inadvertidas, es una versión trillada de los cuentos de ninfas, es pobre en sus efectos, es predecible y contaminada por los chistes fáciles, es simple.
Espero salir a la calle y ver como desde la construcción del edificio en frente a la universidad cae, desde las alturas, un clavo que golpea el parabrisas trasero del auto que lleva a la mujer que odia a los vagabundos, y que ella se sienta amenazada por el destino y gracias a la pregunta del abuelo que pide monedas en el semáforo, se sienta agradecida y culpable de su odio, de su miedo a la pobreza (solo por sentirse mas pobre aun). Pero ésta cadena rebuscada no ocurre, resulta mucho más simple, ella para el auto el abuelo la mira y ella se conmueve.
La dama en el agua es simple, como la mirada del abuelo. Busca rescatar la esperanza, la simpleza de la esperanza. Tiene imágenes de completa belleza pero irreales para este mundo... ¿irreales digo? la verdad es que la maravilla de esta película esta en lograr despertar este sentimiento de esperanza, aunque el final que se espera nunca se ve corroborado, logra como dice uno de sus diálogos -dar la semilla- jajaja es ridículo, pero maravilloso.
Creo que después de todo el abismo es de caramelo, en un mundo en el cual a todos nos gusta el caramelo.

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