La niña

Hay cosas que nos son más difíciles de decir que otras. Claro que estúpidamente lógico suena esto cuando no es graficado, me cuesta decir que sigo siendo el mismo pendejo que a veces odio y aborrezco, pero el mismo que de vez en cuando quiero...

Quiero contaros algo (como diría toallin... ja ja ¿Conoces a toallin?)...

Yendo a la universidad, camino al campus que esta más alejado, en micro. Cerca de la feria de Temuco sube una niña a la micro... mmm. No explico lo que quiero transmitir, lo intentare de nuevo.
Camino a clases de ingles, yendo en la micro. Sube una niña de no más de seis años. Sorprendentemente sube a la micro sola, claro sin compañía de nadie, no me atrevería a decir de nada pues pude sentir ese ángel (o quizás solo sea mi justificación frente a mi sentimiento de impotencia) . Durante el trayecto en la micro, mirando de vez en cuando a esta niña , que demostraba un desplante paralizante, un conocimiento en el trayecto del microbus que solo esperaría de alguien por lo menos con 6 años mas de edad.
Bueno, para no hacer la historia larga. Esta niña, dado un trayecto de la micro, bajo cerca de un colegio, como si no hubiese significado absolutamente nada el viaje y se dirige a sus clases (según logro inferir yo).

Mientras la veía en la micro, pasaban cosas en mí;

_Me preguntaba ¿como afectaría esta independencia en el desarrollo de ella?. Dada esta pregunta, le seguía ¿ella lo merecía?. Luego me cuestionaba a mi mismo en mi papel de juez y me decía ¿merezco definir su independencia, como buena o mala? Luego me di cuenta que el mp3 quedaba sin pila y me olvide...
_Gracias a ella recordé parte de mi infancia, esas partes que inevitablemente olvidas. Recuerdos que tienen mayor sabor a amargura que a torta de cumpleaños. Esos juegos con tierra frente a la caseta, y las replicas por jugar en el río y en el canal.
Me resulta interesante el camino que nos lleva a ser lo que hoy somos, y como no consideramos esto o aquello al pararnos frente al otro.

Pero me resulta mucho mas interesante el hecho que una niña ingenua, y sin un sentido dado, venga a acarrear estos cuestionamientos y venga a producir estas lecciones sin siquiera imaginarlo. Mientras yo me sentía preocupado por su seguridad, y me sentía impotente por no poder-atreverme a hacer algo al respecto, y quizás ella tan solo pensaba en su muñeca, en su tarea o en la colación que quiere llevar y que como otros nunca podrá disfrutar.
Finalmente me bajo de la micro y miro la grandilocuente estructura del edificio que me da la bienvenida a clases de ingles.