martes, 10 de junio de 2014

A d i o s . . .

Y es que nuestro amor es como un río... uno que ya se seco...
Hoy miro el atardecer donde antes existió vida hasta el mismo hastío.
He visto perecer milenarios robles y de sus cuerpos omnipresentes barcas que han transitado la ruta de nuestro amor de cabo a punta. Hemos alimentado generaciones y el simple descuido de lo cotidiano, de la confianza, de la cotidiana confianza daño la ruta presignada.
Hoy el llanto no emerge.
Hoy el odio transita.
Hoy canto a la vida desde la muerte, desde nuestra muerte, que no es mi muerte, que no es tu muerte, es nuestra muerte. He muerto hasta destruir el lenguaje y morido por ti tantas veces que más nada he de sentir hoy que ya eres recuerdo, hoy que ya eres silueta, hoy que eres hemisferio, hoy que eres lejanía y atentado contra predecesores sueños aun no cultivados.
Hemos descubierto el veneno que mata lo trascendente. Hemos creado la cuántica destrucción de lo imperecedero. Hemos abierto el abismo mas allá del mismo final y todo ello acabo con todo lo que era el comienzo.
Hoy los antes amados fallaron en la misión de crear la belleza prístina... Hoy el lenguaje destruye recuerdos de emancipación, hoy la cólera inunda el pasado. Hoy el pasado solo es eso... pasado.

Pero incluso de la cuenca de antes vida sigue emergiendo, no obstante, la vida misma.
Hoy hemos de transitar a otros espacios.
La evolución es la trampa del cambio, el cambio es el destino, el destino es la verdad, y la verdad la construimos cual anatemas obsoletos de sueños de miseria y obstáculos de podredumbre al pensar en los ojos que develan la magia que se escondió en ese mirar obtuso y satanizador de tu castigo.
No quiro mentirte más y más solo quiero destruir tu imagen de los templos del reuerdo.
Basta de fantasias medievales y sueños de nobleza en castas irrisorias de superioridad. Lo noble está en el amar y ya no hay nobleza en nuestros pensares, ya no hay pensar más noble que el dejar marchar tu recuerdo cual podrida agua que  se niega a vaciar por completo la cuenca de antes vida.

Ciertamente todo se transforma. Ciertamente se transforma nuestra antes vida y hoy es cambio a muerte. Ciertamente la muerte es parte del ciclo natural, pero ¿acaso no lo es también el odio? ¿por qué hay culpa al no sentir culpa? ¿Por qué es miserable el desempeño del antes amador? ¿Por qué el esfuerzo se orienta a reconstruir templos de religiones arcaicas? ¿Por qué el miedo a la nueva avatara? ¿Por qué las preguntas son tan naturales?

El cause del río que un día fuimos ha muerto y con él hoy mueren tus recuerdos.
Te desecho como la musa de mis artes. hoy rompo el pacto antes irrompible de nuestra unión. Hoy veo arder todos y cada uno de los tributos que en tu nombre se erigieron. Hoy muere el presente y la historia finaliza su antes rectilínea trascender. Hoy ya no es hoy. Hoy es mañana. Ayer fue pasado. Hoy eres el ayer de mi pasado, el pasado de mi hoy que eres lo que más o menos no se recuerda por la absorción del odio encarnizado en carnes de mis ojos.

Hay calor acá adentro y ya no te pertenece.
Hay frío acá adentro y ya no cubre tu ser.
Hay templanza y no está adentro, no está afuera, no está tu recuerdo o tu imagen que ya devela la existencia de lo que antes inundo poemas y suertes de memorándum.

El amor es como un río... y recuerdo que un día conocí el río más grande antes nunca visto pero me parece que fue en una foto, un facsimil o una mirada fugaz. Es extraño relegar algo que no se recuerda.

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