Tengo tuto...
Tengo tanto sueño… pero debo de aclarar que
no es solo esa somnolencia producto de haber dormido el tiempo innecesario para
que descanse el cuerpo, sino más bien tengo tanto sueño en el alma…
Puedo a viva voz declararme como un hombre
feliz, un hombre realizado en torno a las convicciones más profundas y las
certezas más cercanas al atrevimiento de vislumbrar alguna especie de verdad.
Sin embargo hoy por hoy tengo tanto sueño…
La pasada semana ha sido en constante una
exposición a emociones brutales. Ese adolescente ejercicio de exponerse solo
por la satisfacción de ampliar la biblioteca emocional, soy el letargo de Jack,
soy la anomía de Jack, soy la vulgarización de los sueños y de los esfuerzos de
Jack, más sigo sin ser Jack.
Hay un ser que vive en mi interior, una
especie de duende que salió de mi armario y se radicó en mis interiores. Sus
costumbres no destacan por ser pulcras, más sus intenciones no parecer ser
dañinas. Es algo así como una incompatibilidad profunda, un dilema al cual no
estamos dispuestos enfrentar. Heme aquí musitando palabras a la nada, con la férrea
esperanza que generaciones posteriores encuentren mis escritos y logren leer la
esperanza y la desesperanza que ahí se anida. Un dilema de incompatibilidad
cual si un duende hubiera transitado del secreto del armario a la disposición y
completo control del cuerpo visitado.
En las mañanas me he levantado con un sol negro…
en las tardes me he dormido con un atardecer negro…
Anoche no
dormí, pero tampoco estuve despierto. Todo ello regala cierto grado de
familiaridad. Creo que los mundos oscuros se han ido apoderando a paso firme en
un caminar lento pero constante. No soy la retaguardia del destronar, como
tampoco soy trono de pecados. Las metáforas me cansan, sin embargo no hay otras
posibilidades para comunicar lo que realmente creo ocurre… soy el malestar
doliente de calmas y estallidos…
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