sábado, 23 de junio de 2007

De los placeres mundanos;

La vida, en sí la propia vida, dentro de su espectacularidad constantemente nos presenta situaciones en las cuales aprendemos más de lo suficiente, o por lo menos eso creemos.

Mientras más me esfuerzo en ser un personaje feliz, más me convenzo de que soy el ser más herido y triste de este puto paneta. Pero mientras más me convenzo de que soy un ser triste por naturaleza, más me siento radiante y feliz como un pajarito en la mañana.

Oki, paso a lo que me convoca;

Pasa que el último hecho relevante en mi vida ha sido la ruptura con la que fue mi pareja durante los tres últimos años. Como cualquiera pensará, tres años no es una cantidad de tiempo menor para quienes tenemos un promedio de vida no superior a los 69 años, y no se equivocará, pues fueron como diría ese futbolista “en realidad maravillosos”, pero todo se acaba y en esta ocasión lo acabe yo. Aunque no me encuentro arrepentido, ni mucho menos (ni de que acabara, ni del tiempo que duro-… estoy seguro que ella lo merecía, incluso quizás más… yo, no-), debo admitir que no a sido fácil, y que no se a concretado de la manera que yo hubiese deseado. Pensé que seriamos amigos, y estoy aprendiendo que la amistad luego de pasado ese tiempo y esa relación no se puede dar (por lo menos inmediatamente, lo cual llega a ser un consuelo… creo).

Como les contaba, la vida nos presenta situaciones particulares. Gracias a esa relación y posterior ruptura me he dado la oportunidad de reconocerme de forma mucho mas autentica. Me valoro más y aprendo de mis actos con mayor… como podría decirlo… nobleza (creo que esa palabra lo define). Lo que intento es valorar y valorarme por lo que creo es de verdad y para eso el pasado a veces no es conveniente.

Además estoy conociendo a gente valiosa que no me hubiera dado la oportunidad de conocer, doy valor agregado a la que ahora es mi pareja (TNN).

Hace unos días, buscando lugar donde vivir se ha apoderado de mí una pena inmensa, me he encontrado con la soledad. Con esa soledad que te asfixia, esa que te hace olvidad a las personas que quieren estar contigo y que buscan algo en ti que es bello y que no es material. Gracias a TNN di un paso que me acerca mas a lo que quiero tener cerca, y he superado esa pena (que divertido es como un juego de palabras oculta lo que quiero decir indirectamente).

El irse a vivir a una pieza, dados los recursos con los que cuento, significa tener un baño compartido. En relación a esto, se me a repetido inconscientemente la petición de que tenga calefón y la exigencia de que el agua salga calientita, casi casi hirviendo. Pues uno de mis placeres es la ducha con agua a punto de quemar. Imaginen el 75% del planeta es agua y en el otro resto que queda vivimos casi 6.000.000.000 millones de personas, de las cuales, estoy seguro, la mayoría piensa en esta tierra como un infierno. Es por eso que mesclar agua con las temperaturas altas del infierno dan la mescla que me acerca a la vida.

Cabe la posibilidad de que el lugar al cual me valla no cuente con el agua como a mi me gusta, por lo cual hace algunos minutos me he despedido del placer mismo. He llenado la tina con agua hirviendo y me he sumergido en ella por largos minutos, quizás horas. La paz de l que me agrada me permitió ver más allá de lo que había observado. Llegando a lo que algunos denominan el estado Alfa.

Estoy feliz de los cambios inesperados. Me vale madres la consecuencias, creo debemos esforzarnos en ser un poquitín más auténticos. POR LA CRESTA, UN POCO DE AUNTÉNTICIDAD NO ES TAN CARA!!!

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