lunes, 29 de marzo de 2010

Sobre preguntas y preguntas...

¿Como escribir poesía que no diga nada?

¿Como vivir poesía sin sentido?

¿Acaso puedo volcar todos mis sentimientos y confiar en la palabra escrita para recibir esas putas emociones?

¿Acaso me es permitido vivir en armonía con lo que quiero, con lo que deseo?

¿Como puedo vivir en concordancia con las palabras que jamás diré?

¿Como sentir de verdad lo que no me atrevo a enfrentar, que me pertenece que es mío y que los demás me impiden vivir?

¿Es acaso mi vida un eterno desvarió de emociones que no surge de nada y deriva en nada?

¿Es acaso cierto el sin sentido de la vida?


Maldita maldición. Sé que un día estas preguntas se acabarán. Presiento que ese día está cerca, me asusta de sobremanera, me impide pensar en un futuro que no sea odiado por mi presente. Estoy atrapadísimo en lo que los fundamentalistas no podrían fundamentar.

Siento cansancio de enfrentar las culpas para poder vivirlas al máximo. Si ha de doler que sea profundo, que sea largo y que no sea certero, así su duración será indefinida por los confines de lo que no conocemos.

Basta de preludios y de peripecias por vivir lo que no deseamos vivir. Estoy cansado de oír sirenas que me conmuevan de manera tan extraña que solo terminaría odiando a esos héroes infundamentados.

Vete de aquí y elije hacerlo cerca para no demorar nuestro retorno, o quizás hazlo muy lejos para que me duela buscarte. Para poder sentir el miedo de no llegar a encontrarte jamás. Quizás en una de esas los dioses se compadezcan y me hagan no encontrarte en muchas eternidades más, hasta que el recuerdo de nuestra compañía sea una metáfora inimaginable. Y así en una situación discordante descubra el brillo de tus ojos perdido en la intimidad de un desconocido.

Vete de aquí y déjame en paz, pues ya no me eres prescindible… y parece que he llegado a ser muy importante para ti.





No hay comentarios: