domingo, 23 de marzo de 2008

Sobre la realidad 2...

Ya dejando de lado el dejar de lado me encuentro de vuelta. Listo y dispuesto a seguir mintiendo con un porcentaje de verdad. Creo que la cobardía de escribir e lo virtual vuelve a mis manos y a mis ojos, y a mi ser y a lo que entrego...


Sentado en una cama, la de un amigo. Rodeado con una (ahora) amiga y con el dueño de la pieza, me miro los pies. Luego miro mi ropa, miro la botella, miro la mano con la que sostengo la botella. Me pregunto desde hace cuanto que no miraba esa mano, mi mano. No logro reconocerla, tiene nuevas cicatrizes, nuevos callos y durezas.
Luego intento sentirme descrito por lo que alcanzo a ver, pero no lo logro. Mis manos no me describen y pongo cara de impresión... en ese instante me doy cuenta que no puedo ver mi cara. Lo intento y lo intento, pero es físicamente. Me siento pésimo, muy mal.
Normalmente veo a las otras personas a los ojos. He aprendido a hacerlo, en un principio me era muy difícil, pero entendía que los ojos transmiten un poco de verdad mas allá del cuerpo físico.
Me urge bajar al baño y mirarme a los ojos, reconocerme y estudiarme. Parado frente al espejo descubro una sensación extraña es de exploración y sorpresa a la ves. Es como estar caminando en la luna y no poder contarlo a nadie.
Me pregunto si la imagen que guardo para mi, con la que he vivido en los últimos tiempos, es la que yo soy o es mas bien el reflejo de mi reflejo en los ojos de los demás, que viene a configurar lo que soy en base a lo que ellos piensan de mi. No quiero ser un ente producido por los pensamientos de los demás. Quiero a las personas, pero desconfío totalmente de lo que son capaces de ver, de lo que quieren ver. Entonces el producirme en base a ellos, sin darme cuenta, es traicionarme ¿o no?.
No quiero responder ésta pregunta. Dentro de las últimas cosas que he vivido se ha sumado que ciertas preguntas hieren menos cuando no se responden. No por cobardía, sino más bien por evitar el daño innecesario. (F. Foto)


Por último me gustaría agregar, en tema aparte. Este juego llamado vida tiene reglas tan complejas como divertidas. Lo malo es que la diversión del emperador y de los romanos, en tiempos de decadencia, era la muerte de los cristianos. Eso po.
Cuidense del mundo, de mi y de ustedes.

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